Sobrepeso y obesidad

El sobrepeso y la obesidad son definidos por la Organización Mundial de la Salud como una acumulación de grasa excesiva que puede ser perjudicial para la salud. Aunque ambos términos tienden a utilizarse de forma sinónima no son exactamente lo mismo. La diferencia reside en el Índice de Masa Corporal, siendo este un indicador que relaciona el peso y la talla del individuo en cuestión.

Riesgos para la salud

Obesidad enfermedadHipócrates (460-377 d.C.), nombrado padre de la medicina, ya afirmaba que la obesidad simbolizaba un riesgo de salud mayor que conducía a la muerte por muchas enfermedades. Por eso creía que la actividad física y un estilo de vida saludable eran los mejores antídotos para estabilizar la salud. En la actualidad, los médicos continúan esa tendencia incidiendo en que se coma menor cantidad y mejor calidad además de incrementar el tiempo de actividad física.

La obesidad es una de las principales causas de muerte predecible al igual que el consumo de tabaco. La razón reside en que las personas que sufren obesidad tienen más riesgo de sufrir diabetes, colesterol elevado, hipertensión, trastornos óseos y articulares además de problemas sociales y psicológicos.

Genética y éxito en el control del peso

La genética y el entorno interactúan mutuamente hasta el punto en que es muy difícil cuantificar el papel de cada uno en el desarrollo de la obesidad. Varios estudios afirman que si un menor de 10 años, tenga el peso que tenga, posee uno o ambos padres obesos, éste tiene un potencial riesgo de convertirse en obeso cuando sea adulto.

La probabilidad de éxito en el mantenimiento del peso a largo plazo por lo general varía de forma inversa con el grado inicial de la obesidad, es decir, conforme el grado aumenta, las posibilidades de éxito disminuyen.

Actividad física, alimentación y saludPor tanto, resulta obvio resaltar la importancia de la actividad física para el control y reducción de peso, traducido especialmente en una mayor pérdida de grasa, menos pérdida de tejido magro y mantenimiento e incluso fortalecimiento de la capacidad física. Distintos estudios confirman que una combinación de mayor actividad física y  restricción calórica ofrecen mucha más flexibilidad para alcanzar el éxito que el ejercicio o la dieta solos.

Así que en conclusión, se debe resaltar la obesidad como un trastorno que según la OMS sufre alrededor del 13% de la población mundial, y que está estrictamente relacionado con otras enfermedades y pérdida de la calidad de vida. Por tanto, se hace indispensable insistir en una mejor alimentación además de la práctica regular de actividad física para una mejor salud y calidad de vida.

 

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